La bomba Orión está diseñada para el manejo de líquidos con un contenido de sólidos en suspensión superior al que pueden gestionar las bombas de achique convencionales. Su estructura se basa en el mismo diseño que estas últimas, pero adaptada específicamente para trabajar en entornos más exigentes, como lodos, barros industriales y aguas muy cargadas.

Una de sus principales ventajas es su versatilidad: es posible convertirla fácilmente en bomba de achique y viceversa, lo que permite aprovechar un solo equipo en distintos contextos operativos. Esta flexibilidad resulta especialmente útil en alquileres de larga duración o en proyectos con variación en las condiciones del bombeo.

Su diseño robusto, junto con accesorios que optimizan su rendimiento, la convierten en una herramienta fiable para sectores como la minería, la construcción o la industria.